La virginidad no existe
Si vamos a un concepto general, algo virgen es aquello que
se conserva en su estado natural sin haber sido alterado o modificado. El
termino virginidad es una construcción social, es decir, que ha sido la cultura
y la sociedad quien lo ha puesto como una forma de darle nombre a las personas que
no han experimentado relaciones sexuales, específicamente, sin penetración
vaginal.
Si nos guiamos por el significado, el ser humano nunca es
virgen porque desde el nacimiento vamos cambiando, nuestra mente y cuerpo se
transforma, sin embargo fue la cultura quien con la influencia de la religión a
través de la historia designó el concepto para definir a aquellas mujer que se
podían asemejar a la imagen de la virgen maría; una imagen de pureza que remitía
al no haber llevado a cabo el acto sexual y aun así quedar embarazada. Siendo
la experiencia sexual lo que venía a alterar ese estado de pureza.
Aquí vemos el primer estigma del termino y su relación con
la identidad femenina, la pureza significada por el no haber consumado el acto
sexual y la forma en como una mujer
vivía su sexualidad, le daba valor a la mujer. Siendo la experiencia 0 y el
conocimiento nulo en esta área de su vida, indicadores de mayor pureza.
En mi análisis personal, he entendido que el termino
virginidad se estableció realmente como un método de control hacia la mujer, su
cuerpo, sus decisiones sexuales y su libertad mental.
¿Alguna vez te has preguntado cómo es el discurso que se les
presenta a las mujeres en relación a su iniciación en las relaciones sexuales?
¿ Y qué tan diferente es el discurso que se le presenta a los hombres?
Bajo la premisa de
“SER virgen”, el mensaje
internalizado por la mujer es que cuando empieza a tener relaciones sexuales “DEJA
DE SER” virgen, pura y casta, como le han dicho que debería aspirar a ser
Y cuando se tiene sexo con penetración vaginal PIERDE “la
virginidad” , es decir, un discurso que conecta con la culpa y el miedo; que
empiezan a operar en la mujer como un temor y malestar por “perder algo”, quedar
incompleta, rota e imperfecta y “dejar de ser”.
¿Son eso las experiencias sexuales? ¿Miedo y culpa?
Ninguna mujer podría disfrutar plenamente de si misma, de su cuerpo, del placer, ni buscaría experimentar o conocer de su sexualidad, si eso ademas de generarle miedo y culpa, la va a dejar incompleta.
El conocimiento, el tan importante conocimiento que nos
llena de poder; es otro elemento a tomar en cuenta. Desde ese discurso limitado
de perder algo y ya no ser, perdemos de vista lo necesario que es tener
herramientas para un sano ejercicio de la función sexual. Dejamos a las mujeres
atrapadas en una ignorancia que pone en riesgo su cuerpo, su vida y su
disfrute. Y sigue quedando el cuerpo de
la mujer no bajo su derecho, sino bajo el derecho de otros que ha decido lo que
puede o no hacer la mujer con su cuerpo, y que valor asignarle.
Puede que en la actualidad algunos fenómenos hayan cambiado, por
ejemplo iniciar el acto sexual lo antes posible con la finalidad de GANAR
experiencia; pero han cambiado ciertos actores pero no la escena, sigue estando
la vida sexual de una mujer (y su cuerpo) otorgándole y quitándole valor.
Jamás olvidare la frase de mi abuela “Hija mantenga las
piernas cerradas” una frase llena de prejuicios, una frase que no era de mi
abuela, era de una época, de una cultura y una historia en la cual a la mujer
se le tenía prohibido reconocer su propia sexualidad, y entre otras cosas más.
Cerrar las piernas y cerrar la mente
Irónicamente para poder abrir las piernas primero debes
abrir tu mente, liberarte de prejuicios, del miedo, de la culpa y abrirte a la
responsabilidad, el placer y disfrute
La virginidad, es eso que no existe pero paradójicamente
estoy escribiendo sobre como algo que no existe ha determinado elementos tan
importantes en la identidad de una mujer, como lo es su sexualidad, el
autoconocimiento y su auto valía.
La virginidad, es un término que carece de valor científico
pero que se llena de un inmenso valor moral.
La virginidad, es eso que no es nada, pero que ha definido
mucho sobre el ser mujer
La virginidad le mantiene a la sociedad su fantasía de
vernos a las mujeres puras y sumisas, porque les aterra la idea de sabernos dueñas
de nuestro deseo
A medida que el mundo avanza, necesitamos cambios en nuestro discurso hacia la sexualidad
femenina, un discurso que promueva el placer y su responsabilidad, como un
elemento importante en la vida de una mujer, no como uno que le otorga más o
menos valor, simplemente uno que esta allí para ser explorado con libertad y de
la manera que ella lo desee.
Nos leemos luego
Les dejo un abrazo grande
Atentamente, Carla Michelle
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