Adiós querida "mia"
"Entre comer y vomitar"
Bulimia… conocida erróneamente como la enfermedad en donde la
persona vomita, conocida por mí como una de las experiencias más grandes de mi
vida.
A inicios del 2014 entre en una especie de conflicto conmigo
misma porque sabía que las conductas que estaba teniendo para ese entonces no
eran nada saludables, pero no fue hasta más o menos agosto de ese mismo año que
recibí por parte de un profesional en la materia (psicólogo) un diagnostico como
tal de “bulímica” Pero ¿Qué es la bulimia?
Según los manuales de diagnostico clínico la “bulimia
nerviosa” es un trastorno mental de la conducta alimentaria, se caracteriza por
ingerir una cantidad excesiva de alimentos en un corto espacio de tiempo (atracón)
que va acompañada posteriormente de conductas compensatorias como: provocación
de vómito, uso excesivo de laxantes, enemas diuréticos, ejercicio
desproporcionado; conductas que la persona emplea para compensar el atracón y
así evitar el miedo más temido para ella “ganar peso”. Esta conducta está en
gran medida influenciada por la imagen corporal que la persona tiene de sí.
En mi caso todos estos síntomas encajaron perfecto desde un
principio tenía conocimiento de que algo me estaba pasando y que ese “algo” no
era normal; no era para nada normal ingerir tanta comida como pudiera en un
poco tiempo, aun estando satisfecha, y luego ir vomitar, sin exagerar podía
comer el equivalente a 3 platos de comida en menos de 1 hora. Una parte de mi
mente sabía que eso no estaba bien y la otra solo lograba justificar el hecho
diciendo: vomitas solo una vez, ya luego no pasará. Y así fue como esa parte de
mi mente ganó la lucha y mantuve esta conducta por 8 meses. 8 largos meses en donde los atracones eran más seguido y
llenos de mucha más comida y el vómito ya no era solo una vez a la semana, sino
que se convirtieron en una o dos en un
día, entre 3 y 4 días a la semana. Para ese entonces la parte racional de mi
mente estaba bien dominada y era una experta ocultando lo que pasaba.
Nadie a mí alrededor logro darse cuenta, ni amigos ni familiares;
yo tampoco nunca mencioné algo de mi problema hasta que las secuelas de los
atracones y el vómito empezaron a causar preocupación en mí y comencé hablar,
con una sola persona, pero lo hice. Fue gracias a esa amiga que me atreví a
pedir ayuda psicológica y desde ese entonces muchas cosas cambiaron.
El paso más difícil de todos fue recocer ante mí, mí
realidad, entender que estaba enferma y que necesitaba ayuda. Lo otro difícil
fue reconocerlo ante mis papas y hermana menor. El no saber cómo reaccionarían
generaba en mí una serie de sensaciones poco placenteras (angustia, ansiedad,
miedo, tristeza) pero que debía enfrentar porque además de la ayuda psicológica
el apoyo de ellos iba a ser fundamental para que yo pudiera avanzar en el
tratamiento. Ese momento fue doloroso e incómodo, por un lado, no entendían lo
que era eso de bulimia, pero solo decidieron apoyarme y por otro recibí cierto
rechazo al comienzo, críticas y una especie de juicio poco motivador, pero era
parte del proceso, ningún padre o madre está preparado para eso.
¿Causas? Existen diversas explicaciones profundas acerca del
tema. El común de la sociedad solo reconoce una “la imagen que vende la
sociedad de mujer perfecta” ciertamente este factor incide en gran escala en
que una persona pueda llegar a desarrollar bulimia, el no estar conforme y
tener una imagen distorsionada de su cuerpo, pero existen otros factores como: las
características particulares de la personalidad de cada uno de los individuos,
la historia de vida que le ha tocado vivir a esa persona y como se ha
desarrollado emocional, social y psicológicamente desde su nacimiento.
Una de las tantas preguntas que me hice durante mucho tiempo
fue ¿Por qué yo? ¿Por qué a mí? Paso bastante tiempo para entender que la
respuesta estaba en mi historia de vida; de pequeña y gran parte de mi
adolescencia tuve sobrepeso, no supe lo que era desarrollar una autoestima
saludable, siempre tuve como ideal “ser delgada” sumado a ciertas situaciones
familiares hicieron una base perfecta para desarrollar una bulimia.
Un año antes del comienzo de mi trastorno, había pasado por
un proceso de pérdida de peso de manera saludable; hacía actividad física
regularmente y comía de manera sana y equilibrada. Este proceso dejó otra gran
enseñanza psicológica en mí y físicamente se tradujo a 17kgs de peso perdido y
un aspecto físico que jamás había tenido, estaba como siempre quise estar y
como se suponía estaría “feliz”; a nivel emocional me percibía de otra forma y tenía
más “seguridad” pero eso no duro por mucho, a final de ese mismo año me sometí
a una operación y el reposo de esa operación fue el detonante de mi bulimia, el
no poder hacer ejercicio, generaba mucha ansiedad en mí la cual calmaba con la comida,
luego el comer y saber que podía recuperar el peso que tanto me había costado
perder generó en mi tanto estrés que comenzaron los vómitos, que luego se fueron intensificando y no pude
controlar.
Se me hizo fácil
escribir esto, pero para nada lo fue superarlo; mi tratamiento psicológico no
ameritò el apoyo de psiquiatría con algún tipo de fármacos (hay casos de
bulimia que si pueden llegar a requerirlos), lo más fuerte de la terapia fue
lidiar con la culpa, el asco y el rechazo que tenía hacia a mí misma al inicio,
también de la pena que me generaba estar en esa situación y de la preocupación
que tenia de lo que pudieran pensar los demás si se enteraban, al igual de
fuerte fue conocer, enfrentar y aceptar mis miedos, inseguridades e historia de
vida.
Conocerme tal cual soy y no lo que creía que era, reconocer
que no soy tan fuerte como en un momento creí y que necesitaba de ayuda;
entender que la debilidad es de humanos y que debía aprender a usarla a mi
favor para hacerme más fuerte, y otra cosa importante aprendí hacer las paces
con mi cuerpo, mi autoestima y la percepción que tenia de mi imagen física. En
muchas campañas usan el eslogan “acepta tu cuerpo” y es verdad el cambio
comienza cuando lo empiezas a aceptar, pero eso no es cuestión de un día a
otro, o de solo decirlo de la boca para afuera, es algo que deberíamos aprender
desde pequeñ@s porque requiere de tiempo. Con el tiempo y la terapia aprendí a
aceptar, entender y hacerle frente a mi problema.
A nivel personal creo que la bulimia no es un chiste (ningún
trastorno psicológico lo es) no es un tema del cual las personas deban hacer
bromas tipo “estas más flaco ¿estas vomitando?” , y aunque muchas personas no
lo sepan existe un mundo encargado de darle apoyo a este tipo de trastornos un
ejemplo de ellos está la famosa “Princesa mía”, es el nombre que recibe la Bulimia
dentro de la comunidad dedica a la promoción y apoyo de los trastornos alimenticios,
aunque se lea un poco absurdo ¿Cómo alguien puede apoyar este tipo de
padecimientos? ¿Cómo puede alguien estar
orgulloso de tener un trastorno alimentario? Pues si existe, y este mundo lo conocí
durante mi proceso para dejar de ser bulímica.
Actualmente ya puedo hablar del tema sin ningún tipo de culpa
o dolor, hay en mi más estabilidad emocional que en ese momento y a nivel físico,
aunque tengo un aspecto diferente, es con el que puedo decir y exteriorizar que
me siento cómoda y más sana mentalmente. Y aunque mucha gente siempre me dice
cosas como “antes estabas más flaca” “has agarrado kilos” “estas engordando de
nuevo” al principio cuando estaba en el proceso si me irritaba, pero con el
tiempo dejaron de importar estos comentarios porque logre entender que, por mal
aprendizaje, muchas personas solo saben juzgar por el exterior, y les es
difícil intentar comprender y respetar lo interno de los seres humanos.
La idea de escribir sobre esto, es que quizás mi experiencia
pueda ayudar a alguien; yo pude encontrar algo de fuerza en mi para
decidir cambiar mi situación más el apoyo de personas realmente importantes en
mi vida, pero siempre pienso en esas personas, much@s de ell@s, adolescentes que
pasan por esto y no reciben ayuda y muchos menos saben manejar su situación. Para ellos mi mensaje es "puedes superar
esto" por más difícil que sea al comienzo, por más frustración que sintamos,
lo primero es darse cuenta y tener el deseo de cambiar, lo segundo es ir
adquiriendo la fortaleza mental para poco a poco cambiarlo. Si conoces a alguien que pasa por esto no lo juzgues,
no es cuestión de fuerza de voluntad, esa persona necesita ayuda.
¡Gracias Gracias Gracias por leer!
Recuerda que si te interesa compartir el tema y el articulo puedes hacerlo con las pestañitas de acá abajo.
"Si conoces tus debilidades, nadie las podrá usar en tu contra"
Orgullosa de ti :D
ResponderBorrarMuchas gracias mary, un beso para ti.
BorrarAmiga que orgullosa de ti <3 la vida te deja personas maravillosas en el camino y tu eres una de ellas... felicidades por este post y tu superacion! ... LP
ResponderBorrarGracias amiga <3
BorrarQué bella, me encantó. Admiro la fortaleza que tuviste para afrontarlo y la que tienes ahora para compartirlo sin problema. <3
ResponderBorrarCon cariñito, Laura Esperanza G.
Gracias gracias de verdad, con cariñito un besito para ti.
BorrarExcelente Post, te felicito
ResponderBorrarMuchas gracias.
BorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
Borrarque bueno mi carlita, estoy muy orgullosa de ti!
ResponderBorrarGracias karla un beso.
BorrarMe encantó ! felicidades
ResponderBorrarmuchas gracias, un beso .
BorrarMe encantó. Muy bueno carla. Te felicito bella. :-*
ResponderBorrarGracias por las felicitaciones y por leer el post, saludos un beso.
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